Los grandes lobbies petrolíferos desaparecerían y con ellos su estilo de vida.
Desafortunadamente sigue siendo más rentable para algunos desalojar a millones de pobladores de África, del Sudeste asiático, de América latina y convertir millones de hectáreas cultivables o de bosques originarios en plantaciones de palma, de caña de azúcar y similares con el fin de obtener el tan cacareado y mal llamado “biodiesel”, a costa de quien y de lo que sea.
Hay que parar la ofensiva del capital internacional sobre el agro combustible, ya que en origen producen miseria, devastación, hambre y muerte.
Luchemos también por una “Soberanía Energética”.



