"Donde no hay utopía, no hay futuro". Dom Pedro Casaldáliga insiste en que somos obreros de la utopía; o lo que es lo mismo, ese otro mundo que es posible, tiene que ser construido con pico y pala, hay que bajarse a pie de obra, ensuciarse las manos y empezar a levantar sobre esos cimientos que millones de personas han forjado con su esfuerzo y que no podemos dilapidar. En Brasil, se construye la utopía de la mano de movimientos sociales que como el MST llevan 25 años resistiendo, ocupando y produciendo... sin duda, la vanguardia colectiva de la lucha social. Un movimiento que lucha contra la explotacion, la de hombres y mujeres, la de la tierra, la de la biodiversidad y que por encima de todo CONSTRUYE, al margen de las estructuras dominantes y que ha conseguido alzar del suelo un proyecto de vida que demuestra ese mundo posible y real, en el que los pobres no deberían salvar económicamente a los ricos. Desde Dom Pedro hasta el MST transcurre esa simbiosis que aglutina la inspiración y la acción. Ambos pueden estar orgullosos de su Obra. A propósito, ¿para que sirve un Obispo? Ahí lo dejo... P.D. En tiempos de carnaval, se me ocurre que al fin y al cabo no sea más que una persona disfrazada. |
miércoles, 25 de febrero de 2009
São Félix do Araguaia
Etiquetas: El Conejo Peñeru
De la mañana a la noche
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